El controvertido videoartista Omar Jerez en La casarosa
04 Jun. 2012 Oscar Garcia Garcia
Del 24 de mayo al 14 de julio de 2012. Galería La casarosa, Málaga.
La galería malagueña La casarosa presenta Estados Undios de Omar Jerez (Granada, 1980), uno de los videoartistas más provocadores del panorama artístico internacional. Una muestra compuesta por las cuatro piezas de su serie más controvertida, una crítica cruda y feroz al gran Imperio Americano.
En un tiempo record y tras exponer en el Guggenheim de Nueva York en 2011, Omar Jerez, ha revolucionado el Mercado del Arte. Sus obras no dejan a nadie indiferente, como a Damien Hirst que ha comentado “Reciten simplemente como un mantra: Omar Jerez”. Protagonista performance de sus obras podemos ver a Jerez transformado en un Mickey Mouse que viola a una chica con hijab o siendo torturado por un hombre enmascarado con una careta de Bart Simpson.
“Estados Undios. Mickey” es una representación del enfrentamiento entre Oriente y Occidente. En el vídeo se muestra a una chica con hijab que está siendo violada por un hombre (Omar Jerez) con una máscara sonriente de Mickey Mouse, uno de los iconos americanos con mayor tradición. Aquí, el acto de la penetración es una metáfora de esa tubería que extrae sin cesar el petróleo del suelo árabe, quitándole todos sus recursos, y el rostro contenido de la mujer refleja un deseo futuro de venganza. La música de esta pieza, como en las otras tres, es una música original que va en consonancia con la imagen y que, en este caso, mezcla música árabe con música country, invirtiéndolas y superponiéndolas constantemente una a otra.
“Estados Undios. Bart” habla de la violencia que se aplica a los presos en Guantánamo. En esta ocasión, Jerez contrató a un hombre para que, con una máscara de Bart Simpson sobre la cabeza, lo torturara de la manera más real posible en una bañera de agua helada durante ocho horas. La intención del artista es la de demostrar que cualquier persona, hasta la más “simpática” y cercana, como el personaje de animación, puede luchar en una guerra y convertirse en un asesino. De hecho, lo más interesante de este vídeo fue la reacción del torturador que, tras las ocho horas de maltrato, manifestó sentirse cómodo con lo que hacía, e incluso, que había llegado a gustarle.
En “Estados Undios. Puño” vemos el puño cerrado de un hombre trajeado, con anillos que forman la palabra E.E.U.U., que golpea machaconamente la pantalla. El puño nunca se abre y cada golpe representa un abuso más. A medida que los anillos van desapareciendo, con ellos desaparecen también las responsabilidades de la nación americana. La música que oímos es el himno americano invertido, lo que aporta al puño un espíritu casi satánico.
“Estados Undios. Ronald” es la pieza de contenido sexual más explícito pero también la más compleja conceptualmente. El artista analiza en este vídeo las condiciones laborales y la nutrición de la clase baja americana, que trabaja y come en los restaurantes de comida rápida que subvenciona el gobierno. La relación trabajo-comida-deseo viene representada por un maléfico payaso que seduce a un hombre con sobrepeso para que coma su comida y acepte sus salarios mínimos. El hombre se siente seducido al momento por el payaso, pues no tiene otra salida. Finalmente, en las últimas escenas, el payaso vuelve a manifestar su negación a asumir responsabilidades.
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