ESTADOS UNDIOS 11-S
Omar Jerez intenta acercar al público esta otra “posible verdad” sobre el suceso ocurrido el 11 de septiembre de 2001, relativo a algunos porqués del origen e intenciones del derribo de las torres gemelas en el World Trade Center.
En el vídeo podemos ver a Omar Jerez con una kipá judía jugando a levantar y derribar con una maqueta de avión, dos torres de construcción infantil con una niña de dos años y medio que simboliza la inocencia del mundo y a su vez él está mostrando la bendición judía sobre su cabeza, ya que sobre estos no se pudieron encontrar a penas restos mortales del supuesto atentado.
Una de las teorías de conspiración menos transitadas por la presuntamente inocente opinión pública, es que el poder judío tenía información sobre la ejecución del atentado, cosa que choca, al tener en cuenta que la espiritualidad musulmana y la judía no muestran entre sí un respeto y sí ejercen su silencio ante las discordias entre sus escrituras sagradas. De ahí surge la gran duda con un peso lógico importante: ¿cómo es que los judíos, siendo acaparadores de puestos económicos relevantes, más que en todo el mundo, en la ciudad de Nueva York y presumiéndose que eran un número reseñable de ellos, que quizás por ser puestos importantes, no eran muchos; en las listas de fallecidos, no apareció ninguno de ellos? Es un hecho constatado que ese día no fueron a trabajar.
La relación entre el poder de países árabes y judíos está clara cuando se puede revertir la intención de que pudiera haber una acusación popular de terrorismo a algunos países de oriente próximo y oriente medio, que ya estuvo muy potenciada anteriormente la sospecha por el gobierno estadounidense, para justificar entrar en guerra con ellos y así derrocar la hegemonía petrolífera arábica. Por tanto la conclusión novedosa relativa a una teoría de conspiración de este atentado, es una vez más, que los judíos dominan el mundo independientemente de ningún estado y sólo con su poder económico, -el poder del pueblo errante se hace tangible-.
En el final del vídeo, cuando Omar Jerez acaba de jugar con la niña a destruir las torres hechas con piezas de juegos de construcción, da un giro a la misteriosa mezcolanza entre inocencia y terror latente que transmite la imagen junto con la música creada por Pablo del Real y comienza la segunda y última parte de este vídeo con Omar Jerez arrodillado frente a la cámara envuelto en un inquietante y desolador silencio, que rompe al reír de forma nerviosa mientras escupe una bocanada de sangre y pelo dando a entender: como la prensa vino a decir, que para identificar cadáveres sólo encontraron sangre y pelo.
Música Estados Undios 11-S Omar Jerez
La música de esta pieza, creada por Pablo del Real, ha sido compuesta para inducir al oyente a un clima de inseguridad y ocultación, fusionando con la imagen para  ermanecer como un elemento de integración del mensaje. Un ambiente masónico proclive a la disuasión rozando el estilo de los momentos más oscuros de la película de Kubrick “Eyes Wide Shut” y para la percepción del ajeno, una trama inconfiable con un constante esbozo del chirriar de las cuerdas vocales de los perecederos y entrenados oradores de la pertinaz meditación procedente de elementos de la música ascética de Mongolia.
El tipo de voz que se escucha es una técnica vocal antigua que capacita a un cantante para producir dos o más sonidos simultáneamente con su voz.
La emisión de armónicos como técnica y forma artística musical cultural o espiritual, se desarrolló en Mongolia, Sur de Siberia y Asia central, en Tíbet, y en Sudáfrica. También se utilizó en menor grado en Cerdeña, la única forma antigua de canto de armónicos europea que todavía se practica.
Existen muchas teorías sobre si el canto de armónicos tuvo alguna vez un uso ritual y espiritual en ceremonias cabalísticas, en logias masónicas, en escuelas de misterio y en prácticas sufis. Ciertas teorías llegan incluso a decir que fue utilizado hace mucho tiempo por las civilizaciones de la Atlántida, el antiguo Egipto y los mayas de Centroamérica.
Desgraciadamente existe escasa información en este sentido.
A pesar de todo, tiene, tanto por su procedencia, como por la incertidumbre que origina la historia incierta de estas voces, perfecta aplicación al tema expuesto por el autor de esta obra, no haciendo más que formar, una vez más, parte argumental, sin resaltar, con la imagen y mensaje ofrecido por el autor.
OMAR JEREZ